Si terminamos sufriendo con dos jugadores más contra un equipo de la B y por eso se me caen los pelos, Comparada: me pagás el injerto como a Islas

Primer triunfo del Rojo en el torneo, primer triunfo de visitante después de mucho tiempo, pero no puede ser que todos los que gracias al gobierno nacional y popular (?) disfrutamos el partido por la tele hayamos terminado tironeándonos los pelos de la cabeza y de la barba como lunáticos.

Veamos qué resumen podemos hacer:

Hilario No-salgo (5): no atajó mucho, pero me preocupa su poca onda al salir en las pelotas paradas.

Shampoo (6): puso huevos, marca un poco mejor que Moreira.Tampoco es el Chivo Pavoni...

Matheu (4,5): me gusta verlo como capitán por el amor propio, por la historia que todos conocemos, aunque la verdad que estuvo fuera de timming.

Galeano (5): no da para matar a un pibe que ni siquiera había nacido cuando los penales de Goyco en el Mundial 90, pero mostró algunos desacoples.

Mareque (3): los dos goles de los tucumanos vinieron por culpa de él. En el primero se come un amago obvio y en el segundo lo terminan pasando a él y a Galeano (que salió mal). ¿Llegó la hora de Krupisnky -o como carajo se escriba-? Los que lo vieron jugar dicen que la rompe.

Piatti (3): no podemos pedir mucho si se entrena hace dos días con los demás.

Godoy (4): no quita, no distribuye, no pone huevos. No entendemos por qué no juega Vittor, que es más feo y raspa más.

Acevedo (7): sin ser Marangoni, sin ser Ludueña, sin ser Perico Pérez, al menos llevó al equipo hacia adelante en los peores momentos y eso hoy por hoy es meritorio.

Pato Rodríquez (8): sus dos primeros goles en primera y una asistencia en el tercero lo convirtieron en la figura. Pero lo más meritorio de todo es que con el 0-1 era uno de los pocos que la pedía y cuando nos empataron y estábamos todos tirando el mate al televisor, se animó y la clavó en un ángulo.

Gandín (5): no, no, no queremos no, ser tan huecas como las divinas. No, no, no podés patear así un penal, hijo de puta...

Silvera (5): le falta estado, obviamente, y eso se evidencia en que perdió casi todo el partido con una dupla de centrales siniestra como la de Páez y Villav*cenci* (no lo nombro, porque tiene como tres descensos al hilo). Al menos participó en el segundo gol.

Núñez (6): en su nueva versión slim, hizo más que Piatti, se animó a pegarle algunas veces y creo que puede andar mejor que Gandín.

Busse (s/c): ¿El nuevo Pony Oyola?

Pusineri (s/c): entró para pedir la hora, nomás.

¿Lo que viene? Godoy Cruz el miércoles. Una solicitud: los que puedan ir a la cancha ese día puteen con todas las ganas del mundo de parte quien esto escribe al hijo de puta de Federico Higuaín.

Nueva Ilusión

El ser humano, y dentro de dicha clasificación la especie "Hinchaes Fanaticus" posee una admirable habilidad pocas veces vista en el reino animal: la capacidad de ilusionarse.

Es simple, por más que al arrancar el torneo este simpático animal sepa que el equipo por el cual hincha tiene menos marca que "Pritty Cola", menos visión de juego que "Los murcielagos" y que seguramente en una trifulca durante un partido su equipo sería feroz e impíamente golpeado por los sparring de "Los dogos", este animal se ilusiona.

¿Está mal? ¿Acaso puede manejar este impulso?

No lo sabemos, y tampoco queremos preguntarnoslo(n).

Lo único que sabemos es que este campeonato vamos a volver a ilusionarnos y esto generará una furia descomunal. Y eso nos gusta.

Loas al Rey de Copas.

Se retiró

No apareció la noticia en los monopolios mediáticos, pero Gustavo López ha decidido retirarse del fútbol. Creo resumir el sentimiento de muchos al decir que me hubiera encantado verlo con la camiseta una vez más. Un crack, y encima hincha del Rojo.

¿Se acuerdan que el año pasado estuvo a punto de volver, pero el gordo sanatero de Borghi dijo que "el puesto estaba cubierto", con Centurión, el Toti Ríos o Higuaín? Lamentable.

Ave, Gustavo, omnes rubri te salutant

Fuente

El final de la larga espera

Quien ha leído las setecientas páginas de Moby Dick de Herman Melville sabe que sólo en las últimas, digamos, veinte de ellas se encuentran por fin el capitán Ahab con la terrible ballena blanca, aquello que la entera novela hace aguardar. Esa monomanía de Ahab lleva a la perdición a la variopinta tripulación del Pequod; Borges escribe que Ahab simboliza que basta un solo hombre malvado para que toda la humanidad lo sea.

Tanto esperó Ahab, tanto hemos esperado los hinchas del Rojo un refuerzo como la gente: nos hemos bancado Ledesmas, Higuaínes, Morenos, Depietris, Puertas, Moreiras, Vittis...

Y por fin llegó el Cuqui Silvera. Un 9 goleador, que cabecea lo que le tiren, que aguanta la pelota como un delantero digno. Y que encima lo queremos. Una buena.

Seguimos creciendo (?).

Leandro Depietris...

...le desea un muy feliz cumpleaños a uno de los integrantes de este blog.

Toti Ríos y Moria Casán

Bueno, si algo le faltaba al Toti Ríos para confirmarnos que es un pelotudo del año uno era encamarse con Moria Casán.

Flaco: te sobra plata, sos jugador de fútbol, aparecés en la tele..., tenés chances de conseguir algo mejor. ¡No podés curtir con esa vieja fascista, cocainómana y recauchatada! ¡Y que encima podría ser tu mamá! ¡Bagayero hijo de puta!

Feliz día del niño

Para todos los infantes hinchas del Rojo, y para los están por venir: ¡muchas felicidades!

"Me gusta manotear pebetes"

Juan Gabriel Arias es un personaje particular. Sacerdote de la Iglesia Católica e hincha fanático de Racing, se presentó en las últimas elecciones del club para ocupar un puesto como vocal en la Comisión Directiva. Tiene, además, tatuado en su brazo derecho un Cristo con la camiseta de Racing, lo que lo convierte en un cura poco tradicional. Todo esto nos llamó la atención y por eso decidimos pedirle una entrevista. Pese a que seamos un medio partidario del Rojo, aceptó y nos recibió muy amablemente en su parroquia. Aquí lo mejor de una charla imperdible.

-Contanos tu historia.

-Nací en Quilmes. Mi mamá era ama de casa y mi papá plomero. Tengo tres hermanos con los que compartíamos los juegos en la calle. Tuve una infancia normal, aunque mi viejo nos pegaba todos los días y nos hacía limpiar con la lengua la tapa del inodoro si la mojábamos.

-¿Cómo te decidiste a ser sacerdote?

-Cuando era chico iba los domingos a misa a la parroquia San Juan el transa y ahí conocí al padre Maraña, que me dio todo su amor de cura. Después de adolescente tuve una etapa un poco rebelde, pero cuando terminé el colegio entré en el seminario y ahí me consagré a la religión.

-¿Y cómo conjugás tu pasión por Racing con el sacerdocio?

(se ríe) Es muy lindo. Yo voy siempre a la cancha y la gente de la Academia me pide bendiciones o que bautice a sus hijos. La hinchada de Racing es la mejor de todas y la más sufrida. Siempre alienta en las buenas y en las malas, hasta el fin.

-¿Cuáles son tus recuerdos más lindos como hincha?

Por supuesto, el gol del Chango Cárdenas y el campeonato del 2001. Pero también disfruté mucho algunos clásicos, como el día que se cortó la luz o el cabezazo de Allegue. O el día que pasó el avión con el pasacalle, ¡qué plato!

-¿Eso solo?

Y sí. Pensá que con la mentira del pan y el vino y los santos venimos robando más de dos mil años, ¿por qué no con los cuernitos de Mostaza?

-¿Cuántos hinchas de Racing hiciste en tu parroquia?

Uh, cualquier cantidad. Como a mí me gusta mucho estar en contacto con la gente, manotear pebetes y dar caricias, un montón de fieles me confesaron que por mí se hicieron hinchas de la Academia. Es parte de mi actividad misionera.