lunes, 9 de marzo de 2009

El tipo que terminó saliendo con la más linda


Sincerémonos: ¿cuántos de nosotros dábamos dos mangos por el partido de ayer? ¿cuántos de nosotros confiábamos que el once de muertos que nos representa nos podía dar una alegría tal, al punto que muchos estamos hoy disfónicos? ¿cuántos de nosotros podíamos esperar algo de...?


Assman: el flogger devenido en hombre con colita que se baña con agua mineral en su loft, cual propaganda de Colbert de los ochenta atajó bien -no mucho- y estuvo seguro en los centros.


Puertas: no sé si el carnicero del barrio o el chofer del 134 tiene mejor estado físico. Como si eso fuera poco, cruza mal, sale a destiempo, le pega mal a la pelota. La verdad, cuesta creer que tenga la camiseta del Rojo y no la de Douglas Haig.

Tuzzio: muy bien, seguro, se lo comió de arriba a Palermo.

Rodríguez: se complementó bien con el alce, con quien se bancó al temible (?) tridente bosteril que terminó el partido, cuando entraron el chorro y el ex-rubio con dentadura de Corega.

Mareque: más contenido, pero cumplió.

Ledesma: no siente mucho jugar de 8 y se nota. Además, compartir la franja derecha con Puertas es como cuando en la escuela tocaba hacer un trabajo práctico con el más burro del curso.

Pusineri: lo de siempre: huevos, piso, tribuna.

Mancuerna: el pibe tiene algo que hoy por hoy no sobra: se la da a los compañeros.

Rolfi: terrible golazo a Mancodanzieri, que se lo merece porque lo odiamos (a Jabondanzieri, no al Rolfi; al menos hoy).

Sosa: Barullo, descontrol táctico.

Moreno: no encuentro las palabras para explicar lo que es este morocho. Desde el vamos, el término jugador no va, porque evidentemente es alguien que no puede ser catalogado de ese modo: que uno se tome un Geniol cuando le duele la cabeza, no lo convierte en médico; que el Pepe Moreno salga con una camiseta, pantaloncito y botines, no lo transforma en un jugador de fútbol. Pensé entonces escribir displicente, pero me parecía que se quedaba corto. Pruebo con paupérrimo, atroz, deprimente y tampoco me cierra. No sé. Creo que ya no pueden hallarse vocablos para describir a quien hace todo mal, -pero todo-todo,¿eh?- dentro de la cancha.

Mazzola y Fredes: el primero metió ganas, hizo más que el grone-calambre, mientras que el segundo casi clava el gol que le hubiera asegurado tres o cuatro promotoras de TC en su departamento.


Como sea, nos han dado una alegría que no esperábamos. Como el tipo que se presenta al examen con el ansias del cuatro y se termina sacando un ocho. Como el que le ofrecen más guita de la que esperaba cuando negocia un aumento. Y así.
Cada tanto la felicidad sucede.

3 comentarios:

A las 10 de marzo de 2009, 21:02 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Un cuatro? Yo crei que no nos alcanzaba para pelear ni el dos.

Coincido con los analisis de las figuras (¿?) en especial del quebracho negro que tenemos por delantero.

El rolfi, que un dia se desperto y dijo "voy a jugar un clasico".

Mazzola, que apurado mas por la ansiedad que otra cosa, demostro que tiene ganas de estar adentro de la cancha

tuzzio, por quien no daba ni 25 centavos, se esta haciendo cargo de una defensa que se especializaba en dar ventajas.

el flogger si tiene una defensa mas o menos demostro que se la banca.

pusineri tribunea a dos manos, pero se banco la parada.

la unica pregunta es... va a durar esto o es solo un espejismo? porque si le ganamos a BC y a bosta juniors y despues san martin nos mete 3 los numeros no cierran.
Que dure, por dios

si entraba la de fredes salia a empapelar las calles

 
A las 10 de marzo de 2009, 21:12 , Blogger Balder ha dicho...

Lo bueno que Pepé pudo desarticular la cama en ciernes que tenía con la Vieja Reinoso, alto traidor que confabulaba con el muerto del Toti Ríos.

Ojalá Pepé tenga futuro y la fortaleza para limpiar al plantel de muertos. O al menos los más notorios.

 
A las 15 de marzo de 2009, 20:47 , Blogger Power Trio ha dicho...

Pepé: Ponete una fiambrería y manda a carnear a todos los hijos de puta que juegan en el rojo.

Debe haber por lo menos 20 que podrían ser pasados a fiambre, a razón de 50 kilos de carne netos por jugardor, da 1000 kilos.

Se vende a promedio $40 el kilo.

No es mucho, pero es un regalo del Blog.

 

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