El hambre y las ganas de comer

Se ganó y punto. Todos esperaban ver el espectáculo habitual de los últimos clásicos (un partido malo y que termina empatado), pero otra vez los jamelgos de turno del Organo Fiduciario demostraron que pueden jugar peor que esta versión anodina del Rojo, que nos hace doler los ojos en el torneo.

Ejemplos de esto son Moreira y Sosita, dos muertos que suelen dejarnos afónicos de putearlos, pero frente al caos Blanquiceleste parecían dos jugadores decentes. Hubo mérito propio para Tuzzio (tal vez el mejor), Pusineri y el arquero flower (no flogger; un letrado presente en la popular roja iluminó a los autores de este blog con la corrección idiomática). Un ni-fu ni-fa para el uruguayo, Vittor, Mareque, el Rolfi y Mancuello. Los que entraron después zafaron, salvo Higuaín, que parecía estar sufriendo un ataque de diarrea.

El lector habrá notado que dejamos último al ya famoso en este espacio "Pepe" Moreno... debe ser porque todavía nos estamos preguntando com puede ser que Santoro, en una situación tan crítica como lo era la previa de este partido, haya dejado jugar los 90 minutos a un tipo que ya se cansó de mostrar pachorra, indiferencia, juego nulo y pases hacia la nada con la divisa Roja.

Esperemos que esto le de aire al Pepé, quien debería seguir al frente del plantel unos años más. De todas maneras, ojo al piojo, que hay mucho garca dando vuelta en el equipo.