Desilusión
Es como esa película que te recomiendan una y otra vez y cuando la ves es un fiasco.
Es como esa mina que te dijeron que era refiestera y resulta que iba a un grupo parroquial.
Es como ese asado con los amigos que venís planeando hace un mes y cuando llega el día se larga a llover con todo.
Es como ese juego que querés jugar y cuando lo instalás no te alcanza la memoria.
Es como ese vino en el que invertiste 100 mangos y resulta que garpa menos que un Bordolino.
Es como esa banda que dicen que te rompe el mate y la escuchás y te sentís un pelotudo porque te parece una garcha.
Es como ese restorán del que todos hablan y cuando vas preferís un pancho con papas pay de parado en la estación de Liniers.
Es como un feriado que esperás mucho tiempo y ese día te lo pasás limpiando.
Es como ese libro que si no lo leés quedás como un Australophitecus y al final te parece una bazofia.
Así fue el partido de hoy. Nos habíamos ilusionado tanto con un día histórico, irrepetible; nos habíamos creído de poder mandar de vuelta a nuestro diminuto vecino a la B, gozarlo en la cara por los siglos de los siglos, y retener en la retina la debacle total de tales desagradables individuos. Y no pudo ser.
Es como esa mina que te dijeron que era refiestera y resulta que iba a un grupo parroquial.
Es como ese asado con los amigos que venís planeando hace un mes y cuando llega el día se larga a llover con todo.
Es como ese juego que querés jugar y cuando lo instalás no te alcanza la memoria.
Es como ese vino en el que invertiste 100 mangos y resulta que garpa menos que un Bordolino.
Es como esa banda que dicen que te rompe el mate y la escuchás y te sentís un pelotudo porque te parece una garcha.
Es como ese restorán del que todos hablan y cuando vas preferís un pancho con papas pay de parado en la estación de Liniers.
Es como un feriado que esperás mucho tiempo y ese día te lo pasás limpiando.
Es como ese libro que si no lo leés quedás como un Australophitecus y al final te parece una bazofia.
Así fue el partido de hoy. Nos habíamos ilusionado tanto con un día histórico, irrepetible; nos habíamos creído de poder mandar de vuelta a nuestro diminuto vecino a la B, gozarlo en la cara por los siglos de los siglos, y retener en la retina la debacle total de tales desagradables individuos. Y no pudo ser.
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