lunes, 13 de octubre de 2008

Especial del día: Ramón Hicks

Desde que entre 1865-1870 los cañones de la Triple Alianza hicieron desaparecer su incipiente desarrollo industrial, Paraguay se ha convertido en un empobrecido país que exporta productos primarios. Y como consecuencia, en el año 1992 llegó al club un paquete de chipás llamado Ramón Ángel María Hicks. Repasemos su legado.

La vida y el fútbol

Su historia es increíble: nace en 1959 en un vagón de tren -su padre era ferroviario- en un apurado parto. Durante sus años de infancia, Ramón descubre una vocación religiosa que lo lleva a ser monaguillo y luego a estudiar para sacerdote. Pero abandona la mentira bimilenaria porque "
cuando tuve que hacer los votos de castidad, obediencia y pobreza para tomar los hábitos, todo cambió". Es sabido: cura que no le gusta manotear pebetes, se le complica.

El fútbol cobija a Hicks, que debuta en Libertad de Paraguay, juega el Mundial 86, pasa por los españoles Sabadell, Oviedo y Elche y vuelve a su país natal para actuar en Cerro Porteño. Está cerca de cumplir su sueño de jugar en el Rojo:"
A Independiente lo mamé desde chico. Uno de mis técnicos en Libertad fue el Chivo Pavoni, quien me hablaba maravillas de la mística del Rojo".

Llega su oportunidad en 1992. A Independiente lo dirigía en ese entonces la inolvidable dupla Bochini-Fren. El equipo busca refuerzos: el Bocha quiere a Pedro Pablo Pasculli pero los dirigentes le traen un delantero paraguayo. ¿El sucesor de Erico? Puede ser. Pero mal empiezan técnico y jugador: Bochini quiere tomarle una prueba y Hicks se le planta. "Voy a meter entre 12 y 15 goles", promete.

Su debut es contra Platense, primera fecha del campeonato.
La gente estaba expectante. Promedia el primer tiempo: Hicks recibe un centro, frena la pelota y engancha para que un defensor pase de largo. De costado al arco, mira al arquero, abre todo el pie para darle el efecto justo y clava un golazo. La hinchada lo aclama. El Rojo termina ganando 2-1 y Ramón Hicks se retira ovacionado.*

Pero Hicks jamás repetirá esa actuación. Sale del equipo titular y pronto se va del Rojo: "Hicks no jugó mucho porque estaba mal físicamente, gordo", recuerda el Bocha tiempo después. "Bochini fue un extraordinario jugador, pero muy poco sutil para ser técnico", retruca Ramón Ángel.


Sus pasiones después del fútbol


Luego de pasar por el torneo boliviano, Hicks se retira para iniciar una carrera como periodista deportivo. A comienzos de siglo, se lo encuentra comentando partidos en el Canal 9 de Asunción y en la FM Trinidad. Es una celebridad en el hermano país.

Pero su gran pasión es la música. Más que los chipás o la sopa paraguaya. Aunque no lo hemos podido comprobar, dice haber grabado dos discos con Serrat** mientras jugaba en España. Actualmente, Ramón Hicks despunta su pasión como cantante en la versión paraguaya de Cantando por un sueño. ¿Cómo canta? No lo sabemos.

Como sea, Ramón Ángel María Hicks ha quedado en la historia como uno de los tantos jugadores que prometieron heredar la mística Roja y solamente dejaron una abultada deuda en el buffet del club. Aunque aquí, humildemente, hemos utilizado su nombre para describir un síndrome bastante usual en los últimos años. Algo es algo.


* Dato posiblemente exagerado; la memoria a veces falla.
**Quien encuentre en la mula o torrent dichas grabaciones se ganará una docena de empanadas de El Tangal.

1 comentarios:

A las 11 de mayo de 2022, 15:42 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Le iso un gol a platense en Avellaneda en arco de la vocera.luego de un córner rechazan el balón la prara fuera de área la clavó en el ángulo izquierdo del arquero.

 

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