domingo, 14 de septiembre de 2008

A mano armada


El uruguayo, haciendo justicia con el línea de cuyo nombre no quiero acordarme.


Únicamente con haber escuchado el partido podemos confirmar que la sinarquía bostero-macrista-neoliberal-new age ha tendido sus hilos para un nuevo manejo espurio, esta vez de la mano de Lunati y su juez de línea, quienes no sólo anularon mal un gol, sino que de forma absurda expulsaron a dos jugadores del Rojo. Pero no pudieron con nosotros. No podrán con la valerosa sangre roja.

Hasta la victoria, siempre.

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